Peritonitis infecciosa felina

Uranovet - 12/12/2019

El virus de la Peritonitis Infecciosa Felina, pertenece a la familia de los Coronavirus. Se trata de virus RNA, sin cápsula, que poseen una alta tasa de mutación y son muy resistentes en el medio ambiente. La transmisión del Coronavirus Felino es orofecal. Tiene alta afinidad para replicarse a nivel intestinal y se elimina por las heces. Los gatos pueden entrar en contacto con el Coronavirus también a través del ambiente, sin necesidad de contacto con un gato infeccioso. Los síntomas que suelen provocar son cuadros gastrointestinales de carácter leve o moderado, normalmente autolimitantes.

Sólo algunos de los gatos infectados por Coronavirus Felino (de forma temporal se infecta un 65%, o persistente entre 13-15%), padecerán la mutación del Coronavirus que dará lugar al virus de PIF (en un 5-10% de los gatos). Esta mutación, sucede durante la replicación del virus a nivel intestinal, en el propio gato. Estos gatos serán susceptibles de padecer una infección sistémica mucho más grave, debido a una reacción inmunomediada: Reacción de hipersensibilidad tipo III.
El virus mutado, mucho más patógeno, adquiere la capacidad de infectar de forma masiva los monocitos y los macrófagos.

Para que un gato infectado por Coronavirus Felino enferme de PIF, se tienen que dar como mínimo, estos factores:
-    Que ocurra la mutación (durante la replicación a nivel intestinal).
-    Que el virus infecte los monocitos/macrófagos a nivel sistémico.
-    Que el gato no pueda desarrollar una buena inmunidad celular para controlar esta infección.

Estas circunstancias, generan 2 tipos de respuesta de enfermedad:

-    Forma Húmeda: de carácter más agudo. No se genera inmunidad celular, sólo una alta tasa de inmunidad humoral. Esto genera vasculitis aguda, sistémica, diseminada, que da lugar a una poliserositis. Esta forma es más típica de gatitos jóvenes (menores de 2 años).
-    Forma Seca: de tipo crónico. Existe cierta inmunidad celular pero no la suficiente para controlar la enfermedad. Se genera enfermedad piogranulomatosa en órganos sólidos: riñones, hígado, linfonodos, páncreas, ojos y SNC.
-    Es posible la coexistencia de la forma seca y la húmeda en algunos individuos.

Factores de riesgo de padecer PIF:
-    Madres portadoras de Coronavirus Felino.
-    Estrés ambiental (hospitalización, cirugías, refugios con alta densidad de población felina, …)
-    Gatos < 2 años o Seniors (> 11 años)
-    Medicaciones inmunosupresoras o enfermedades concurrentes que afecten a la inmunidad del gato (FIV/FeLV, …)
 

Signos clínicos

  • Anorexia
  • Pérdida de peso
  • Letargia
  • Vómitos
  • Diarreas
  • Fiebre fluctuante
  • Ascitis y/o derrame pleural (disnea) y/o derrame pericárdico, en PIF húmeda.
  • Ictericia
  • CID
  • Oculares: más frecuentes en PIF seca, son síntomas precoces. Uveitis, corioretinitis, hifemas, miosis, edema corneal, …
  • Nerviosa: ataxia, convulsiones, signos vestibulares, parálisis del tercio posterior,  tetraparesia, meningoencefalitis, …

Interpretación de los análisis

Pruebas Generales

  • Hemograma:
    • Anemia no regenerativa, normocítica, normocrómica (50%).
    • Leucocitosis causada por neu-trofilia (algunos leucocitos pueden presentar cuerpos de inclusión), con desviación a la izquierda, linfopenia y monocitosis. En casos de PIF fulminante, puede producirse una panleucopenia.
  • Proteinograma: Más de un 40% de los gatos afectados presentan unas proteínas totales aumentadas y un patrón electroforético de hiperglobuli-nemia policlonal (aumentos de α2, β y γ) con hipoalbuminemia, reflejo de la inflamación crónica y la producción de anticuerpos.

  • Bioquímica sanguínea: Alteraciones que dependen de los órganos afectados. Se produce un aumento de la BIL en un 25% de los casos y de la UREA en un 17%. También pueden observarse aumentos de la FAL, CREA y GPT.
  • Serología:
    • Serología positiva en gato sano: gato portador transitorio o persistente del Coronavirus felino. Tiene un riesgo de hasta un 5% de padecer PIF (en función de las condiciones ambientales). En gatos con PIF clínica pero muy inmunodeprimidos (por otras patologías como por ejemplo una FIV), los títulos también pueden ser negativos (ocurre en el 10% de los gatos con PIF).
    • Serología positiva en gato enfermo: puede ser PIF o un gato que presente otra enfermedad además de una infección concurrente por Coronavirus Felino.
    • PCR: La PCR tampoco diferencia entre Coronavirus patógenos y “benignos”. La mayor utilidad de la PCR es su determinación en líquidos de efusiones (abdominales, torácicas o pericárdicas). Una PCR positiva para Coronavirus Felino en líquido, indica presencia del material genético del virus en la efusión. 
    • También se puede realizar PCR en muestras de biopsia.
    • Técnicas inmunohistoquímicas: detectan presencia del virus en muestras de biopsia.

Pruebas Específicas

  • Análisis de LCR: Inflamación aséptica con numerosos neutrófilos, macrófagos y linfocitos (leucocitos >100 cels./μL siendo > 70% neutrófilos) y una concentración de proteínas muy elevada >200 mg/dL. Serologia de LCR: Ig G positivas.
  • Análisis de líquido abdominal: Exudado de apariencia transparente a turbia, color paja, consistencia viscosa con material floculento y que suele coagular (o formar cadenas de fibrina) al contacto con el aire.
    • Densidad > 1.018 
    • Proteínas > 4 g/dL (si las globulinas ≥ 50% y γ ≥ 32%, altamente sospechoso de PIF.
    • Si la relación A/G < 0.4 o cercana a 0.4: es sospechoso de PIF)
  • Recuento leucocitario bajo (1000-2000 cels./ mL), con linfocitos, macrófagos y neutrófilos no degenerados (diagnóstico diferencial con peritonitis sépticas y piotórax). Estos resultados son comunes a la colangitis linfocítica.
  • Biopsia:  Se puede realizar PCR o técnicas de inmunohistoquímica para detectar la presencia del virus en estas muestras. La detección postmortem de virus fuera del tracto gastrointestinal, como por ejemplo, en ganglio, masa abdominal u órgano afectado, es de utilidad para diagnosticar una PIF.

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Análisis recomendados

Pruebas Generales

  • Hemograma.
  • Proteinograma (suero y/o efusión).
  • Bioquímica sanguínea: BIT, CRE, FAL, GPT y URE.
  • Serología.
  • PCR

Pruebas específicas

  • Análisis de LCR.
  • Análisis de líquido de cavidad abdominal o pleural.
  • Biopsia.

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